En este periodo que estamos pasando, lo primero es mantener las medidas de seguridad e higiene, para evitar el contagio y propagación del coronavirus. Pero ahora que esas medidas, ya están interiorizadas en nuestro día a día, es hora de volver a cuidar nuestra piel, es hora de volver a nuestras rutinas de belleza.
Estamos pasando por una época de intranquilidad y de estrés que se refleja en nuestro físico, piel apagada, deshidratación, arrugas……..
¡Hay que ponerle solución!!
Además de recuperar nuestra rutina diaria, en caso de haberl abandonado (como yo, jajajajaja), podemos recuperar toda la vitalidad de nuestra piel usando tratamientos intensivos. Por eso, aquí te dejamos algunos consejos útiles:
Vitamina C
Un potente antioxidante que le devolverá a nuestra piel uniformidad y luminosidad. Podemos encontrar la vitamina C como ingrediente secundario en cremas o en serums con otro principio activo principal, como el colágeno. Es la estrella de la formula en ampollas de vit C pura o booster de alta concentración. Esta segunda opción es la que debemos optar para conseguir el efecto deseado en este caso.
Proteoglicanos
Moléculas que actúan incrementando el metabolismo y la proliferación celular. Eso nos garantiza una aceleración de la renovación celular de la piel, mostrando ésta un aspecto joven y nutrido. Este principio activo también tiene una gran capacidad de retención de agua dándole a nuestra piel un aspecto turgente e hidratación. También los puedes encontrar acompañados de ácido hialuronico, para un extra de hidratación y con vit C, luminosidad añadida.
Booster anti-edad
Es el producto indicado si en esta época se han marcado más nuestras líneas de expresión. Éstos productos tienen como principio activo; el retinol, por todas conocido por su gran poder antiarrugas, incrementando el espesor de la piel y aumentando la producción de colágeno, por inhibición de la colagenasa. En definitiva disminuye arrugas y líneas de expresión tanto en número como en grosor.
También hay que mencionar otros tratamientos faciales, que de manera puntual realizábamos dos o tres veces al año. Por ejemplo, peelings con acído glicólico con un efecto renovador de la piel, o mascarillas de hidratación profunda.
